Por Juan Carlos Licari.
Aquel sábado otoñal por excelencia, 25 de marzo de 1923, la lúcida frescura mental de 24 jóvenes y 10 mayores, dieron a luz a la cuarta institución deportiva de la Ciudad: EL CLUB ATLÈTICO Y BIBLIOTECA RIVER PLATE, que está cumpliendo 97 años de vida.-
Nació bajo el signo del fútbol, adquirió a los pocos años, una personalidad deportiva que lo llevó a emerger en una comunidad calificada y populosa, que comenzó a exigirle pautas diferentes, en lo deportivo como en lo social.-
Mientras el fútbol seguía siendo su esencia, paralelamente plasmaba objetivos de infraestructura resonantes, que tenían un formidable apoyo comunitario: el 25 de marzo de 1930 inauguraba la cancha de fútbol en el tradicional lugar, era su séptimo aniversario. El décimo, el festejo radicó en la primera parte de la sede social, año 1933 y 5 años después, marzo de 1938, 15* aniversario, plasmaba la segunda.-
Las contingencias económicas no le permitieron, en el cumple N*20, hacer realidad la imponente sede, que se pudo concretar un año después, el 26 de marzo de 1944, con festejos de toda índole, donde la utopía de la flamante obra, se apoderó de los corazones y las mentes de los riverplatenses.-
El aniversario 40*, tuvo una proyección de una semana, del 22 al 29 de marzo de 1963, siendo el motivo central la inauguración oficial del imponente gimnasio.-
El «Baile de Gala» amenizado por dos orquestas llegadas especialmente para el festejo: la de Francisco Canaro y Feliciano Brunelli, nada más ni nada menos, un equipo de básquet que imitaba a los Globe-Troters, el provincial de Vóley mayores varones y un cuadrangular de Cesto interprovincial.-
Calificada participación en la creación de la Liga Bellvillense y más en el orden deportivo, al ser el primer campeón oficial en 1928, obtenido en forma invicta, y a partir de ese momento y por 15 temporadas fue el «mandamás» absoluto: sub-campeón en 1929, campeón en 1930, sub-campeón en los torneos únicos de 1934 y 1938 y las tres vueltas olímpicas más recordadas: 1940–1941 y 1943. Debieron pasar 32 años, para concretar la sexta, 1975, y así entrar en una «sequía» de 45 temporadas, que desvela a directivos y asociados.-
Pero hablar de las «Bochas de River», es incursionar de manera imperativa en ese esfuerzo maravilloso e inigualable, que es el máximo orgullo institucional, desde aquel primer torneo argentino individual en Junín en 1953, donde su representante JOSÈ DONATO GHÌO, iniciaba el hilo de una historia refulgente, conmovedora y triunfalista.-
El maestro por excelencia, lograría en 1957, Montevideo/Uruguay, apoderarse de los tres títulos mundiales, individual-pareja-terceto, para provocar una algarabía sin precedentes, ya de toda la Ciudad, que desembocaría en el 24 de marzo de 1958, aniversario 35* donde toda la inquietud visionaria y de gratitud para el campeonísimo, en una emotiva jornada que nunca olvidaremos, se plasmaba con la inauguración del estadio, techado totalmente, que llevaría su nombre para la posteridad.-
Aquella historia se revive todos los años, a partir de 1977, con la edición del «Armando Ferrari», hoy considerado el máximo torneo individual del País, que el 9 y 10 de mayo alcanzará una plenitud de 44 años de disputa.-
Al considerar la realidad social de la entidad, decimos que la actividades del Pádel, Patín, Cesto, Fútbol Infantil y Mayor, forman parte de esa interrelación comunitaria tan necesaria que el Club la mantiene, con mucho costo y sacrificio.-
Nos insertamos en la historia de los 97 años, para decir que 27 fueron los Presidentes, que supieron afrontar con hombría y lealtad la difícil misión, destacando una prolija conducta individual que posibilitó este camino próximo al centenario.
Hubo un hombre, que hizo posible solucionar todos los problemas que se presentaban en el desarrollo y concreción de la obras. Hubo un hombre que le robó tiempo al tiempo. Hubo un hombre que hizo factible lo imposible relativo a las finanzas. A ÉL, MATEO JESÙS ELÙA, 7 presidencias y las respectivas comisiones, le agradecieron su ejemplar actividad, porque 38 años como tesorero se honran por capacidad, honradez y dedicación, fue una historia viva de esa magia de la gran conducta y amor incondicional a su Club.
La historia del nombre y los colores lo resumimos en un pasaje del artículo aparecido en el desaparecido «El Gráfico»: «de locos: en Bell Ville hay un equipo que se llama RIVER, pero juega con camisetas con los colores de BOCA.-«