6.07 marca el reloj. – (menos, negativo, bajo cero) 1.9 el termómetro, y -5.5 la térmica. ¿Qué hago levantado a esta hora, con este frío, cuando podría dormir un rato más? Creo que me despertó la costumbre. O el frío que en agosto llegó para quedarse.
Hace unos días venía pensando cómo fue la evolución, tecnología mediante, de la relación bochas-difusión. Y esa idea es la primera que rebota en mi cabeza al abrir los ojos.
Siempre hubo una necesidad de saber, de conocer, de informarse. Y ahí llegó esta página hace ya casi una década y media. Y después vino la otra etapa, la que inauguramos en MundoBochas y luego el advenimiento de los smarphones (teléfonos inteligentes tal su significado en inglés) y la irrupción masiva de las transmisiones “ao vivo” hizo que hoy fuera moneda corriente. Abro un paréntesis. Los clubes no fueron preparados y debieran adaptarse a tener un lugar para la prensa, para poder hacer el trabajo más cómodamente. Créanme que después de dos horas parado no hay cintura ni espalda que aguante. Cierro paréntesis. O sea, había una imperiosa demanda del mundo bochófilo de conectarse hacia adentro, de enterarse. Siempre cuento lo mismo. Llegabas a un argentino y no sabías quien iba de cada provincia. O se jugaba la final y los ansiosos como yo, no podíamos esperar una semana para saber quien había sido campeón. Recuerdo que en 2004 gasté unos buenos pesos desde un locutorio llamando a distintos números – fijos en aquel entonces – para averiguar cómo había concluido el argentino jugado en Capital. Fue aquel que en S.I.T.A.S. (Sociedad Italiana de Tiro al Segno), el de las ¿8? canchas, había ganado el number one Raúl Basualdo ante el maestro Jorge Riba. Sigo. La demanda actual se cumple con creces. Ariel a través del Face de la Confederación ofrece en todos los argentinos y certámenes internacionales la chance de vibrar con cada juego, con cada partido. Además le pone un plus con las entrevistas. Símil futboleras, así son sus transmisiones. Y también está la oportunidad de ver desde Bochas Córdoba, Eventos Bochófilos, Marginales y las conexiones de algún bochófilo entusiasta devenido en camarógrafo y relator. O sea, fronteras adentro, todo resuelto. El quid de la cuestión (nunca escribí quid, ya me va a caer el corrector implacable diciéndome que seguramente no se pone así) es traspasar nuestras fronteras. Y ahí vuelvo al nativo de Avellaneda – hincha del rojo-; a la tarea que Peloni viene desarrollando desde hace unos cuatro años cuando desembarcó en nuestro deporte. Para crecer debemos captar la atención del público no bochófilo. Por eso la importancia de las notas por ejemplo en la TV Pública, en los distintos medios de alcance nacional. Es un trabajito hormiga, de sumar gota a gota. Pero un trabajo que va dando sus frutos. Abro paréntesis. Ariel se ha ganado el respeto y la admiración de la gente de las bochas por su profesionalismo y calidad humana. Cierro paréntesis y sigo. También esto último, lo de insertarnos en la conversa con otros deportes, va de la mano con esa batalla dirigencial de años para que estemos en las grandes competencias internacionales. En 2020 vienen los Odesur y ahí estarán las bochas. Y ojalá tengan la difusión que los Panamericanos han tenido. Seguramente ustedes al igual que yo se han enganchado mirando deportes que habitualmente no observamos. Y comentando resultados, performances y actuaciones como si fuéramos expertos. Pero, siempre hay un pero, no imagino una transmisión de un partido de bochas así tal como estamos hoy. Si no ajustamos el tiempo de juego, será imposible. Eso pienso yo. Una carrera de natación, depende distancia y especialidad, duran uno, dos, cuatro minutos como máximo. Una rutina de gimnasia también. Un match de balonmano ya tiene establecida su duración. Así que ese será el dilema de aquí en más. Ajustar a un tiempo razonable sin perder la esencia de nuestra tradición bochófila.
Las primeras luces del día dejan ver una helada implacable en el patio (me rehúso a poner parque como se le dice en las grandes ciudades). Y me pregunto, ¿voy a terminar el artículo como lo hago habitualmente, jugando con el título de la nota? Y sí, esta no será la excepción. Febo asoma. Y nosotros, los de las bochas, amanecemos en el futuro.
Buon giorno per tutti (no sé si es la De Rossi manía o qué, pero desde hace unos días saludo así…). Y me queda picando… Questo é bocce amicis…