La última vez que llevé dos bochas juntas fue en el bolso. Lo dijo, un poco en serio, un poco en broma alguien que le ha pegado y en forma a la bocha. La frase es del «Chunga» Figueroa. Y sirve de intro para mostrarle una perlita que dejó el número uno en su paso por «La Feliz», ciudad en la que tiene varias hojas escritas de su glorioso libro. El partido estaba en la agonía, se venía el desenlace. Pero tuvo que esperar, por centímetros, unas manos más. Raúl tenía dos bochas en mano y buscó la doble chanta para cerrar el juego. Le pegó y se quedó lamentando porque una de las castigadas no le dejó el palo para partido. Ustedes que piensan, ¿lo habría pegado?