Marcelo Bravo, presidente de la Federación de Santa Fé le contó a MundoBochas que han empezado a visitar los municipios de la provincia, buscando un acercamiento entre los entes gubernamentales, los clubes y el deporte de las bochas.
“Empezamos en Reconquista adonde fuimos con Romina Bolatti y Ceferino Córdoba. Además de la reunión visitamos medios de difusión”. La idea, nos contaba es que interactúen los secretarios de deporte, las asociaciones, los clubes federados y también los que no lo están. Hacemos un paréntesis y corregimos un error muy frecuente que se da principalmente en las redes sociales donde se habla de afederarse o ser afederado. Esta expresión es incorrecta, ya que cuando uno hace un deporte en el ámbito federativo u organizado, se federa o es un jugador federado. El prefijo a indica negación; por ejemplo anormal, acéfalo, etc.
Volviendo a la charla con el dirigente santafesino, nos comentaba que todas las reuniones se hacen en las municipalidades y que se busca dejar en claro la definición de bochas como deporte, que los chicos vayan al club y que de la mano de los niños y niñas llegue la familia. Y luchar, contra el estigma que tiene nuestra disciplina: un juego de boliche y de personas mayores.
Por último, nos brindó parte de una especie de manual que armaron para acompañar a los proyectos de escuelas de bochas. Gracias a su gentileza lo compatimos:
Los chicos al club.
En el año 2009, después de realizar una mirada en las edades de aquellos que practicaban Bochas, observamos que no había chicos menores de 15 años haciendo práctica del deporte y una muy escasa cantidad de adolescentes de edades superiores. Esto llevó a la Federación a plantear una estrategia de incorporación de chicos a los clubes, muy bien captada en muchas zonas de nuestra provincia, llegando a tener hoy en nuestro padrón algo más de 400 chicos federados y muchos más que lo hacen como diversión o esparcimiento. Como llevar el chico al club?. No es una tarea fácil, lo primero es encontrar las personas mayores que quieran disponer de su tiempo y esfuerzo para realizar esta tarea. Algunas de las consideraciones a tener en cuenta:
– Disponer de un club predispuesto a recibir a los chicos en donde el ambiente sea el adecuado a tal fin y los horarios acordes y lógicos para esas edades.
– Incorporar en primera instancia a los hijos de aquellos que juegan, que en la mayoría de los casos los padres no se interesan por enseñarles pensando que es un juego de grandes.
– La persona que se dedica a enseñar debe tener el aval de la Asociación y del Municipio, y la autorización de sus padres, debido a que está tratando con chicos.
– La docencia se debe hacer conociendo el reglamento en primera instancia e informándole al chico de la estructura deportiva oficial y las disciplinas reconocidas. Se le debe enseñar lo importante que es el deporte que practica, que mas allá de no tener la difusión hoy es el segundo deporte que se practica en la Provincia.
– Un segundo paso es la difusión y captación de nuevos chicos en encuentros inter-barriales e inter-deportivos en donde los chicos muestren lo que saben en ámbito de esparcimiento y capten el interés de nuevos aprendices.
– Otra alternativa es recorrer las vecinales barriales, los hogares de chicos, etc. y acordar con sus dirigentes una jornada semanal enseñando a los chicos a jugar a las bochas.
– Una materia pendiente es el acercamiento a los colegios y que los profesores de educación física conozcan nuestro deporte y al menos una vez en el ciclo lectivo lleven a los chicos a conocer Bochas, todo esto coordinado con la asociación para que jóvenes con experiencia les cuenten a los chicos las vivencias de campeonatos provinciales, nacionales e internacionales.
– Y como última frase, JUGAR DEPORTE FEDERADO LE PERMITE A UN NIÑO SOÑAR CON VESTIR LA CAMISETA PROVINICIAL Y/O NACIONAL. No le quitemos la ilusión.
La inserción de los chicos en los campeonatos: Todo chico quiere en su interior “competir” en todos los órdenes de cosas, y por qué no si está aprendiendo a jugar bochas.
– La primera instancia es realizar pequeñas competencias entre ellos, siempre con el o los profesores dedicados a que corrijan los errores.
– La segunda fase, en concordancia con la asociación, es integrarlos en algunos domingos a los campeonatos oficiales, jugando en cancha paralela en donde juegan los mayores y sin competir contra ellos, definiendo por un trofeo o medalla sin participación con mayores.
– Los encuentros entre escuelas de chicos son fundamentales para que el niño pueda compartir con chicos de otras regiones y disputar un encuentro bochófilo.
– La fase más avanzada es para los que ya tengan mayor experiencia, la posibilidad de competir solo entre chicos durante un campeonato oficial y al equipo ganador integrarlo como ganador de zona en la categoría más baja del campeonato.
– El resultado final, es la integración de los chicos jugando con compañeros adultos.
– La Familia al Club
Parece muy difícil la incorporación de la familia a un club, en especial de las damas, más aún cuando existen clubes arraigados a costumbres arcaicas y perdidas en el tiempo, pero que parece todavía quedan resabios que parecieran no pertenecer al siglo en que vivimos. En el punto anterior hablamos de escuelas de “chicos”, utilizando esta palabra como incorporadora de niños y niñas. El hecho de fomentar la escuela de bochas, trae aparejado la presencia casi obligada de las madres y por qué no de los abuelos que vienen a acompañar a sus chicos, como observadores en primer término de la seriedad o no de esta iniciativa. Esta presencia de la familia en el club ocasiona la posibilidad de un cambio que para algunas entidades podría sonar a catástrofe. La necesidad de que se respeten las normas de “no fumar” tan solo porque la presencia de chicos así lo requiere, más allá de que es ley pero en muchos lugares no se respeta; la necesidad de tener un club ordenado, de no permitir los excesos de alcohol, de disponer de baños adecuados y para ambos sexos.