Una final memorable en en la mirada de Licari.

Por Juan Carlos Licari

La final del exitoso Torneo Especial Individual, organizado por el Centro Recreativo Arequito, entre los mundialistas Raul Basualdo perteneciente al Club A. Central de Bell Ville y Nicolás Pretto del Social y Deportivo Sinsacate, hoy considerados los más altos exponentes de las bochas argentinas, será considerada como la mejor demostración de capacidad y talento, de dos referentes de generaciones distintas, pero poseídos de ese arte supremo de arriesgar al máximo, cuando entienden que el triunfo es posible.
No ocurre en cualquier momento, por ahí no se entiende, pero lo realizan en el momento preciso para calificarlos y compararlo a «ese frío cirujano con el bisturí en mano». Dos verdaderos virtuosos, ambos poseen esa importancia mayor y calificativa del momento clave y decisivo del arrime o el bochazo, para considerarlos «como unas máquinas»de aciertos, sintiendo y ejerciendo los mismos con una llamativa naturalidad.
Exactamente a las 2.30 hs. del lunes 19 de setiembre, el tablero final marcaba el 15 a 13 a favor del joven Pretto. Los 2000 televidentes de todo el país y varios de Latinoamérica, agregados al centenar presente, difícilmente olvidarán esta finalísima.
Lo inusual de la hora, ya pasada la medianoche, con el lunes en el pórtico, nos llevó a bucear el «Baúl de los Recuerdos»y detenernos en las décadas del ’60 y ’70, canchas descubiertas, finales en ese horario, invierno riguroso, con un público inalterable al igual que en Arequito, proporcionando frenéticos aplausos a aquellos ases con tanta capacidad como los actores de la final, con el respeto y la admiración de siempre para una secular distinción al riocuartense GINO MOLAYOLI, el villamariense ROBERTO DOMENINO y nuestro maestro JOSÉ DONATO GHIO, participantes activos de enfrentamientos memorables.