Silvia fue una de las mejores punteras del torneo. Evitamos el apellido, salvo que juegue copiar y pegar, porque es difícil de memorizar y tipear. Valdecir García también se sumó al clan de los que mostraron su potencial en la cita mundialista. Aún quedan inmortalizados en nuestras retinas el bochazo billaresco que le pegó a Italia para marcarle 4 y pasar el frente 8-4 en la semi. ¿No lo vieron? Fue antológico lo hecho por el bochador de la verdeamarelha. Y más si tenemos en cuenta que enfrente estaba ni más ni menos que el candidato natural al título.
Luego del batacazo en semis ante la azurra, llegaron a la final frente a Argentina, el binomio de Natalia Limardo y Juan Pablo Urra. Y las finales son difíciles de analizar. Por el contexto, por lo que hay en juego, por la carga emotiva que tienen los jugadores.
Y fue de trámite cambiante tanto en el juego como en el marcador. Y lo ganó Brasil, porque tuvo su chance y sentenció la historia. Fueron justos campeones, también hubiera sido justo si lo ganaba la dupla argentina. Son finales. Es así.