Me sumo a la eterna polémica, la que reverdece año a año, con distintos protagonistas. «Para que los llevan si no los ponen», «si ganaron el provincial tienen que jugar ellos», «no hagan provinciales si llevan siempre los mismos» y así podríamos seguir enumerando frases escuchadas ayer y hoy, años atrás y este fin de semana. Es que es parte del debate sin fin, porque además, nunca se puede conformar a todos. Y no todos pensamos igual.
A ver…voy con mi punto de vista, que obviamente es de periodista; no de jugador, ni de dirigente, ni mucho menos de técnico. Cuando uno va a jugar un torneo provincial, se llama provincial, ¿no? O le dicen «selectivo para el argentino». Obvio que ya les adelanto que soy pro-selección, siempre, siempre lo fui. Después podemos discutir si está mejor o peor conformada la misma, pero soy pro-selección. Volviendo al tema central, salvo que la federación aclare que además el provincial es selectivo para el argentino, uno va a una competencia que, puede o no, depositarte en la máxima fiesta de las bochas.
Y ahí hilvano otro pensamiento. Para mí ser campeón provincial es un logro en si mismo. Después, puede o no reitero, significar el pasaporte a un nacional. Hablo de equipos, obviamente, entre los singles es otra historia.
Y además pienso que siempre el formato selección te va a significar tener más chances de llegar -no es garantía, lógicamente – lo más lejos posible en el argentino. Hubo casos, de equipos campeones provinciales que ganaron haciendo pesar la localía y luego en el argentino no pudieron tener ese plus. Y eso se notaba mucho en canchas de tierra o bien en las épocas que no había tantas sintéticas. Ganaban en tierra y padecían el sintético.
Pero estas discusiones no se terminan ahora, quédense tranquilos que el año que viene se vuelven a reeditar. Sin dudas. Así será.
