Hace mucho que no escribía. Ya la cabeza estaba más pendiente de bajarle la persiana a este sitio que de retomar a la silla y el teclado. Pero – y cuando hay un pero algo cambia, se modifica – llegó este resonante triunfo argentino en Francia para sacudirme la modorra periodística bochófila. Saint Vulbas, tierra que le sienta bien al Nico de Sacanta. Mañana de un nuevo sábado de gloria para las bochas argentinas y Pretto que lo hace de nuevo, un nuevo título para la Argentina.
Habría que tomar el diccionario y buscar nuevos adjetivos calificativos para el héroe cordobés, ya que en tantos años de carrera creemos haber usado un sinnúmero de palabras para destacar sus heróicas actuaciones, aquellas que en el plano internacional y con sólo 14 años se iniciaron en «El Jardín de la República», en San Miguel de Tucumán en 2008 en el Sudamericano Juvenil ’08.
Lo que vino después es historia conocida, los logros en las categorías juveniles y luego en mayores, siempre con una constante: saciar su voracidad ganadora. Hoy, a sus 30 años – nació el 19 de diciembre de 1993 – el chico que va a ser papá próximamente, deslumbra una vez más al mundo bochófilo.
Lo apodaron el «Messi» de las bochas y creo que hay un hilo conductor en la vida deportiva del rosarino más famoso y nuestro «Messi» bochófilo. Los dos a su talento natural le sumaron dedicación, constancia, esfuerzo y esa sed de ir por nuevos logros cuando parece que ya no queda nada por ganar. Ellos van por la historia, son la historia misma; en el fútbol y en las bochas. Y además, nos dejan un mensaje subliminal en cada partido, en cada juego; que todo se puede lograr, que hay que proponérselo. Nico partió a Italia hace un mes aproximadamente para buscar la puesta a punto. Entrenó en tierra europea y volvío a calzarse la verde de Mondoví, el club que es su casa en esas tierras lejanas. Y jugó una gara (torneo abierto) donde subió a lo más alto del podio, quizás una premonición de lo que iba a suceder hoy.
Llegó el último palo, la «chanta» que tiró una y mil veces. El bochin que vuela a los cielos de la gloria para consagrar a Nicolás Pretto como nuevo monarca del Tiro de Presición. Y ahí está José Gáspari, su compañero de ruta. Y están también los otros deportistas argentinos. Y está el esfuerzo de todos y cada uno de los dirigentes que agudizan el ingenio para acompañar los sueños de cada delegación.
Hoy, en el Día Nacional del Himno, el nuestro, el argentino, sonó en tierra francesa una vez más. Y flameó en lo más alto la celeste y blanca. Porque como repetía hasta el hartazgo Alberto Limardo, «el himno y la bandera son los mismos en cada deporte en los que compite un argentino», palabras mas palabras menos, eso siempre transmitía el recordado dirigente.
Por todo esto, Salud Nico, salud José, salud Bochas Argentinas, salud campeón!!!
P/D: Gracias Nico por hacerme volver – por más que sea temporal – las ganas de escribir.