¡Que nivel! Así exclamaba al unísono la multitud que dio un marco brillante a las dos magníficas semifinales que protagonizaron Antivero y Rivero en la cancha 1 y Bardelli y Pretto en la 2. 15-13 finalizaron ambos juegos, con ribetes de buen juego, emotividad y calidad técnica; haciéndose eco ambos encuentros de la rica historia del Armando Ferrari.
El de Nicolás y Luciano fue un derby ajedrecístico, con jugadas planeadas pensando en como “lastimar” mejor al rival. Fueron cabeza a cabeza hasta que el de Sacanta llegó a 14. Lo luchó Luciano en el final y buscó complicarle el cotejo. 14-13 estaban cuando le quedó el palo a Pretto para cerrar el juego. Pegó bien, movió el chico y el efecto lo puso con sus bochas, cuando si hubiese seguido retrocediendo el que hubiese festejado era Bardelli. Fue la única acción fortuita de un juego que quedará grabado en las retinas de los asistentes.
Ismael y David tampoco se quedaron atrás. También fueron alternándose en quien llevaba la delantera. Y en un instante, en la antepenúltima mano parecía que el de Zárate se lo quedaba pero le pegó un semejante palo al chico en la última zona de juego Rivero y le puso aún más suspenso al match. Marcó uno para quedar 13-14 el de Ojo de Agua y a la siguiente vino el cierre.
El público, plenamente satisfecho tras dos horas de bochas del más alto nivel, decía en sus gestos y en sus expresiones “gracias por el juego muchachos…”.
Pretto y Antivero, los protagonistas de la final del Armando Ferrari 2015.