Fue un torneo que quedó grabado en la retina de los que estuvieron presentes y los que vivieron en imágenes lo sucedido en Bahía Blanca en noviembre del ’86. Fue en continuado, bochas y más bochas durante diez días. Primero con el 19° Campeonato Sudamericano y luego con la 3° Copa Intercontinental, marcando definitivamente la previa del Luna Park ’87 que se celebraría un año después.
¿Por qué Bahía? No tengo la respuesta concreta pero intuyo y deduzco que fueron dos las razones de peso: una la presencia del jugador emblema del seleccionado argentino, César Alfonso Colantonio. Y otra la raíz bochófila que tiene la ciudad bonaerense. De hecho, las tribunas explotadas de gente fueron testigos de un torneo para la historia.
Al pie del afiche observarán que auspicia LiraPlast, la bocha argentina que fue antecesora de las Vinci actuales.