La noticia golpeó al mundo bochófilo. Estamos en shock. La venía peleando, venía dando batalla desde hace un largo tiempo. Daniel Mendizábal, «Petaca» como se lo conoció en su Hersilia natal, allá en el noroeste santafesino, tenía 58 años. Abrazó el deporte de las bochas desde chico y su figura fue creciendo hasta transformarse en un referente.
Puntero, medio, un crack humilde; un tipo sencillo que jugaba con la misma sencillez con las que contaba sus partidos. Representó a la Argentina en sudamericanos y en los Odesur 2006. Y fue campeón argentino con Buenos Aires, Capital Federal y su Santa Fe natal, pero por sobretodo se ganó el respeto y la admiración del pueblo bochófilo.
Podríamos ahondar en estadísticas, pero no es momento. Es tiempo de rendir un merecido homenaje a uno de los grandes, a quien hoy se fue al sitial de los eternos. Daniel fue, además, quien quizás mejor acompañó e interpretó dentro de una cancha al número uno histórico, al gran Raúl Basualdo.
Teníamos esta imagen en el archivo, una de las tantas batallas que protagonizó, y la elegimos para ilustrar esta nota. Nos invade la tristeza, sólo nos queda decir, ¡hasta siempre Daniel, hasta siempre Petaca!