Fuente y foto: La Nueva (crónica de Javier Oscar Schwab)
Para Daniel y para el Inca será una noche inolvidable… La amistad, pese al resultado, seguirá reinando y con el correr de los años ambos recordarán este partido como una final apasionante.
En el juego volvió a demostrar un nivel superlativo ante un rival que llegó por méritos propios dejando en el camino a figuras de renombre y de valorada calidad. Daniel apeló a toda su capacidad en el arrime (lució mejor que en el bochazo) y así le sacó diferencias a un contrincante que es especialista en esa materia.
Se jugaron 16 manos (2 de ellas anuladas) y Vitozzi totalizó 17 bochazos sobre 22 intentos, mientras que Inca capitalizó 8 sobre 16, además de una raffa positiva.
El encuentro se llevó a cabo en el piso sintético del estadio Juan Laurona, en la cortada de Azara, actuó como juez Gabriel Urra, y el juego tuvo la siguiente progresión: Vitozzi: 0-2, anulada, 2-2, 3-2, 3-3, 4-3, 6-3, 6-4, 6-5, 8-5, 10-5, 12-5,13-5, 13-7, anulada y 15-7.
«A principios de este año dejé atrás una operación y poco a poco pude recuperar mi nivel. No esperaba terminar así, con un campeonato, pero me sentía muy bien tanto en el arrime como en el bochazo», dijo Daniel Vitozzi, quien con sus jóvenes 29 años se ilusiona con seguir incrementando su palmarés.
«Del 2008 a esta parte jugué todas las finales individuales (NdR: fueron 11 alternando la B y la A). A mitad de año me di cuenta que estaba bien en el juego y en lo físico. Entrené bastante, jugué torneos y llegué bárbaro a esta final», señaló.
«Le pudimos dar un nuevo título a Barrio Hospital. No se podía escapar, porque si no me tocaba a mí lo ganaba Inca. Y quiero destacar lo que hizo mi amigo porque le ganó a todos los jugadores de primera, dos veces a Juan Pablo (Urra) y una a Danilo (Escobar)», aseveró.
«Inca es un rival difícil, que juega muy bien porque es muy completo. Me costó mucho ganar esta final, fueron detalles en cada jugada», aseguró, a la vez que se mostró feliz por la racha de triunfos que lo viene persiguiendo.
«En todo deporte hay rachas; es como los goleadores. Ganamos el Provincial de Tercetos, el Argentino de Parejas, el especial de Tres Arroyos y ahora este Individual. Todo en poco tiempo», puntualizó Daniel, mientras jugueteaba a su lado su hija Morena y más atrás observaban su esposa Jenhy y su hijo Ciro.
«Ciro se dormía (risas), pero la familia estuvo presente y para mí eso es muy valioso», apuntó.
Por su parte, Agustín Inca Heil expresó: “No fue mi noche, pero estoy muy contento de haber llegado a la final. Tenía ganas de ganar, pero no se me dio. Igual estoy contento por la victoria de Daniel».