Dialoguitos en el bar. Parte 5.

Esta vez no fue para el café, sino para el vermouth dominical en la mesa de siempre, con los amigos de siempre. Allí, la barra dijo presente una vez más.

Bocha: Buen día muchachos, ¡buon giorno per tutti!

Gringo: Ma por fin se juntamo de una vez che…los extrañaba muchachos. ¿Fuiste a misa Gallego?

Gallego: Hoy no…

Gustavo: (interrumpiendo al Gallego) Que vas a ir. Si llegás a enfilar para el templo, una cuadra antes se viene todo abajo.

Gringo: Traeme una gancia con limón cordobés(le pide al mozo y dueño del bar), y unos palitos.

Bocha: Cinco gancia “córdoba”, todo a cuenta del Gringo jajaja.

Gustavo: ¡Tas loco vos! Se va a infartar.

Bocha: ¿Qué te pasa Carlitos?

Carlitos: Añoro esos tiempos, esas épocas pasadas (se queda pensativo, con la mirada posada en la ventana del bar, pero en ningún punto fijo).

Bocha: No renegués Charly, lo pasado ha pasado. Disfrutemos lo que tenemos.

Carlitos: Es que por ahí viene la historia. Antes nos juntábamos más seguidos. Ibamos al Bochin, comíamos asados, veníamos al bar. Hoy estamos todos más complicados de tiempo. Pensar (posa su cabeza sobre la mano derecha, reflexivo) que antes éramos millonarios en tiempo al pedo.

Gustavo: ¡Que frase Carlitos! Creo que es la primera vez en años que estoy de acuerdo con vos.

Gringo: Ma, ya que nombraron la palabra años y pa ir metiéndonos en tema bochas, al que no le pasan los años es a Riba, ¡por Dio!

Gustavo: Es un maestro, las rompe el hombre.

Bocha: Y anda en las seis décadas.

Carlitos: Lo que debe haber sido verlo al campo en su época, ¡que jugador!

Gringo: Y ahora no anda bien de una rodilla, pero lo pega igual. Me lo contó la Adriana, la mujer, por el feibu.

Gustavo: Viste, te dejamos y solitos caíste con el feibu.

Gringo: Es que ahí está todo, yo me entero de todo. Como puso el de MundoBochas ahí está la baranda cibernética, en el feibu, en el guasá.

Bocha: ¿Sabés lo que quiere decir cibernético?

Gringo: Más vale Bocha, yo soy (engola la voz) un habitante del ciberespacio.

Todos: Olé, olé, olé, olé…Gringo, Gringo..

Carlitos: Nos mataste con esa definición Gringo.

Gustavo: Si, si, nos reventaste. Antes de que me olvide, Riba va con b larga, sin s, porque lo escriben para la mierda en todos los carteles.

Gringo: Ma tenés razón, uno en el feibu ve cada palabra mal escrita.

Gustavo: Habló el representante de la Real Academia Española, dejate de joder Gringo…

Carlitos: Muchachos, pienso y pienso pero no le encuentro explicación.

Bocha: ¿A que Charly?

Carlitos: A que no se ve gente en la cancha. La otra noche en el Bochin, se jugaba la final y no había nadie.

Bocha: Es una realidad, la gente no va a la cancha. Dejó de ir hace unos años.

Carlitos: Pensar que esas fotos de canchas llenas ya no se ven más…

Gustavo: Es cierto muchachos, la gente no va a ver bochas. No se ven más de cien personas cuando juegan los grandes, imaginate si va el Gringo contra el Gallego, ni la mujeres de ellos irían (estalla en carcajadas).

Gringo: Si, seguro. La última vez ni tocaste el bochin. ¿Qué te pasa Gallego que estas callau?

Gallego: Nada, para decir las pavadas que dicen algunos (mira de reojo a Gustavo) pues, mejor, me llamo a silencio.

Bocha: No se peleen muchachos, disfrutemos de la vida, del vermouth, de la amistad. ¡Salute!

Los muchachos se quedaron un rato más. El primero en marcharse fue el Gallego. Adujo que tenía que ir a prender el fuego. Lo curioso es que siempre, siempre, en su casa comen pastas los domingos. ¿Se habrá ofendido por algo?