La barra se volvió a juntar una vez más. En el bar de siempre, en la mesa de tantos años. El Cordobés los vio entrar de a uno, como ayer, como hoy y seguramente como mañana. Ellos se abstrajeron del resto…
Bocha: Buenas buenas…
Gustavo: Llegó el que la sabe lunga, llegó.
Bocha: ¿Cómo va la barra? Qué cara Gringo.
Gringo: Vamo a hablar de bochas, o quieren hablar de fulbo o de burros.
Bocha: De bochas Gringo.
Gringo: Bueno, me quedé asombrado lo caro que están los pases muchachos. Ma no se puede ir de un club a otro ahora.
Gustavo: ¿Y qué te preocupás vos? Si con tal de no gastar un peso no te vas a mover del Bochin. Aparte, con lo que jugás quien te va a querer llevar.
Gringo: ¡Pero están salados muchachos! El de primera ahora está en 2 lucas, el de segunda se fue a tres jaguaretés y el de tercera, le clavaron milanga.
Gustavo: Y el de cuarta, la tuya jajajaja.
Carlitos: Bueno muchachos, no lo gasten al Gringo. El es de cuarta pero le pone ganas jaja.
Bocha: Che, ¿saben algo del Gallego?
Carlitos: Ni idea. Prepárense para cuando vuelva, va a retornar recargado.
Gustavo: Me dicen a mi que soy áspero. Te imaginas el Gallego saliendo de la jaula. Prepárense muchachos, prepárense.
Carlitos: Bocha, el otro día un amigo fue a la Bombonera, se sacó fotos en la cancha de bochas. Sabés como estaba de contento. Ahora, ¿dónde juegan los de Boca?
Bocha: Están en la Federación Argentina, la que antes estaba afiliada a la Confederación y después del quilombo del 2008 se abrió y ahí se formó la Metropolitana. Ahí quedó dividida en dos Capital. Boca, River, Vélez y otros clubes quedaron con la Federación. Una lástima realmente, estaría bueno que se juntaran. Capital en una época era potencia.
Carlitos: La de jugadores que hubo ahí (evoca nostálgico) … el flaco Ghío, Nieto, Cabral, Carlitos Orona, Ludueña, Heredia. Basualdo también jugó ahí. Muchos cracks hubo ahí. Ah, Daniel Contreras también, un fenómeno.
Gringo: Vi en el feibu que lo nombran muchos. Dicen que es una maquina.
Gustavo: No, manzana…
Bocha: Si, Contreras es un grande. Muy buen jugador, al campo también.
Gringo: Sacame de una duda Bocha, vos que sabés todo. ¿Por qué dicen que el zerbín es parecido al campo?
Bocha: Porque se juega con reglas muy simples. Digamos que se marca una cancha y no hay mucho misterio de reglamento. No como nosotros que tenemos un reglamento de …
Gustavo: (interrumpe) Ocho millones de reglas…
Bocha: Si muchachos, el nuestro es complejo. El zerbín es más fácil. Esas son las de juego. Y después están las de tiro.
Gringo: ¿Ma como es eso?
Bocha: Lo que salió campeón Pretto el año pasado. Tiro de Precisión. También están las de correr y tirar.
Gringo: Ah, en esa andaría bien yo. Era rápido en la carrera.
Gustavo: Callate Gringo, vos no podés correr…
Gringo: Ma bah, no sabés en la tierra arada lo rápido que era. Una vez salió una liebre y la empecé a correr. Íbamos palo y palo, hasta que aceleré.
Carlitos: ¿Y, la agarraste?
Gringo: No, la perdí de vista. Venía tan embalado que me pasé y no pude frenar.
Carlitos: Andá… charlatán.
Gringo: Pero otra vuelta, hubo una carrera en el pueblo. Con la vieja fuimos vestidos de campo; de bombachas y alpargatas. La vieja me dijo: “Anotate Gringo, vos los revolcás a los muchachos”. Fui a anotarme, era de mil metros pero no me dejaron. Decían que tenía que tener ropa deportiva. Volví a contarle a la patrona y me hizo señas que me quede tranquilo. “Sacate las bombachas viejo, correles con el bóxer”. Me quede en slip y alpargatas. Para hacerlo más creíble mi señora le pintó las tres tiras al costado con lápiz labial rojo. Me anoté y me aceptaron. Eran unos veinte muchachones y yo. Largamos y salí en punta. Mitá de carrera y los venía revolcando, ganando fácil. Pero…cuando faltaban cien metros se me empieza a romper el boxer. Las bolainas iban pa un lado y pal otro. Y el pitulín también. En eso, escucho la vieja que estaba en la llegada que me grita bien fuerte: “No castigue Gringo, no castigue que viene ganando cómodo….”
Todos: Plop… (amagan levantarse e irse…)
Bocha: Vamos a hablar en serio, no hay que olvidarse de que si hoy hablamos de zerbín y disfrutamos los títulos de los pibes y los grandes (todos le prestan atención al Bocha) es porque hace muchos años hubo un señor mendocino, un tal Verri, que iba a los mundiales, hablaba de zerbín y no le daban bola. Lo miraban raro, pero el hombre seguía y seguía. Yo creo que lo debieran reconocer. No sé, con el nombre de un torneo, con nombrarlo para que sea el delegado en algún mundial próximo. Que se yo, de alguna forma reconocerle lo que hizo.
Gustavo: Tenés razón Bocha, tenés razón.
Bocha: Cagamos, el áspero me da la razón… Bueno, uno de los primeros en ganar medallas fue Arzuaga.
Carlitos: ¡Que jugador Zapallo!
Gringo: Mostro como ponen en el feibu.
Carlitos: Ya arrancó el señor feibu… Anda perdido Zapallito.
Gustavo: Es cierto, hace mucho que no lo vemos en los torneos.
Carlitos: Que trío que armaron en Guayaquil hace unos años con el pelado Meana y Apez.
Bocha: Ves, ese también está perdido, el Héctor Meana.
Carlitos: Se cansaron de ganar…
Gringo: Si, eran máquinas los tres. Hablando de todo un poco el otro día en el feibu vi que Natali fue a una escuelita de bochas a dar una charla.
Carlitos: Buen gesto del pibe.
Gringo: El tema es que los chicos quisieron tirar unos palos con las de zerbín, y había sólo dos bochas…
Gustavo: Dos bochitas… (poné vos de “tres empanadas”, la mítica frase cinéfila)
Bocha: Yo creo que debiera haber más bochas. Digamos, comprar para que por lo menos haya algunas bochas para que vayan a las escuelitas así el chico que quiera tirar pueda hacerlo.
Gringo: Dicen que son caras.
Bocha: Sí, baratas no son, y encima tienen como fecha de vencimiento. Pero es la única forma que los chicos puedan jugar.
Gustavo: Tenés razón, tenés razón Bocha.
Bocha: Bueno. Dos veces me da la derecha el áspero. Me voy a casa. Hoy puede venir un tsunami.
El Bocha, una vez más, se marchó primero; silbando un tango que le encanta: “Consejo de oro”. Gustavo saboreó el último sorbo de café y se marchó segundo. Carlitos quedó escuchando las historias del Gringo y el facebook. Del Gallego, una vez más, no hay noticias…