Década atrás Beto lograba su asignatuva pendiente.

Los recuerdos frescos, presentes, a flor de piel. La charla mano a mano, la chance de revivir un momento único, ese año en el que cerró el circuito de ser campeón en las tres especialidades.

– Que año Beto ese 2007, argentino individual, Tucumán, el título que te faltaba… ¿Cómo fue la previa?

– Yo venía de Bahía Blanca donde estaba jugando. Volví dos meses antes del argentino y Quirós que era en ese entonces el presidente de la federación me dijo “tenés que jugar el argentino que se hace acá” y empecé una preparación, diríamos como extra, porque yo venía de ganar argentinos de pareja y de tríos pero me estaba faltando el individual que era la materia que yo tenía pendiente. Y bueno, me preparé para eso y tuve la suerte de ganarlo.

– El primer partido siempre es el más difícil,  ¿no?

– Sí, la verdad que sí. Para colmo jugué en mi cancha, porque yo estaba jugando para Provincia y me tocó contra Santa Fé (Gerardo “Tato” Guerava). Le gané 15 a 13, le gané con lo justo. Era en mi cancha pero el debut, la gente y te cuesta siempre…

– Aparte esa presión tuya de saber que era una chance para ganar el título que te faltaba.

– Exactamente, eso hasta que uno se va soltando. Porque todo jugador tiene esos nervios del principio, pero luego te vas soltando. Fue un partido duro, el más duro que tuve en el torneo.

– ¿Después como siguió la historia?

– Después en final de zona, para clasificar, me tocó Raúl Basualdo y le gané bien, le gané en 6 puntos y clasifique primero en mi zona.

– Después pasamos a los cuartos de final.

– Me tocó San Luis en la cancha de El Aguila y le gané en 9 puntos.

– Hasta ahí venías en un ritmo sólido, ya habías pasado el escollo más duro que fue el primer partido.

– Exactamente, ese fue el más duro, después ya me fui soltando, agarrando la confianza que tenía. Por más que uno tenía experiencia en los argentinos siempre está ese nerviosismo porque era una responsabilidad grande que tenía conmigo mismo y con la federación tucumana que hacía el torneo.

– Una de las semifinales fue Spessot-Basualdo que lo tuvo a tiro Raúl y se lo termina ganando Francisco. ¿Y tu semifinal?

– Mi semifinal fue con Provincia de Buenos Aires, Oscar Allende, se me dio, le gané en cero. No es una semifinal para ganar en cero, porque él juega bien. Pero son partidos, viste como se dan a veces los partidos y se me dio para el lado mío.

– Y llegamos a Central Córdoba, la final, con Francisco Spessot que si bien era debutante venía de haciendo un buen torneo.

– Sí, la verdad que sí. Al ganarle a Raúl en semifinal…Porque yo al estar en la zona con Raúl no lo encontraba más si teníamos la suerte de llegar a la final. Y cuando llegué a la semifinal pensé que si tenía la suerte de pasar la final iba a ser con Raúl, porque Spessot recién arrancaba. Se ve que jugó muy bien el chico, jugaron en Amalia y cuando llegó la noticia que ganó Spessot yo me sorprendí.

– Todos creo que nos sorprendimos (interrumpo)

– Entonces pienso que tengo una chancecita más de ser campeón porque a decir verdad no era para comparar el momento de Raúl con este chico que recién empezaba. Ahí ya me tranquilicé un poquito más…El público, y ver las tribunas llenas como estaba Central Córdoba, fue una emoción grande.

– Y se te dio.

– Se me dio jugando muy bien. Y él también sintió un poco la presión. Era nuevito y mucha gente…

– Y vos sabías como manejar esa presión.

– Si, si, aparte el público de Tucumán es muy, en ese sentido, alienta muchísimo, y le hicieron sentir un poco la presión. Y se dio que yo jugué bien. Ya desnivelé de entrada, me fui rápido arriba.

– Y ese año estuviste muy cerca de hacer la triple corona porque ganaron con Mario (Giri) en parejas en Casilda  y quedaron en semis de tríos cuando se había sumado Juan Pablo (Urra). Que año ese.

– Sí, la verdad que si porque al poquito tiempo fuimos a jugar con Mario y tuvimos la suerte de ganarlo, ganando partidos impresionantes.

– Además jugando en un nivel impresionante, vos de palo y Mario, obviamente, en la punta.

– Se daba que con él nos mirábamos y si bien el equipo era más de arrime, las bochas que ponían yo se las movía; entonces el equipo se hizo duro. Arrimar, lo que arrima Mario (enfatiza)…Mira que yo he jugado en la punta, me gusta hacer punta, pero yo puntero como él no ví y no se si voy a ver. Y en Zárate cerquita, en semifinales…Yo jugando para Tucumán siempre anduve ahí, pasaba la zona, o ganábamos. Con Mario ganamos dos argentinos de parejas, eso es mucho. Vos decís jugar con un puntero y jugando yo de bochador que nunca fue mi puesto y ganar dos argentinos, no es nada fácil. Pero se dio. Jugando con una punta como él sabía que siempre íbamos a estar en la conversación porque por el gran arrime de los dos siempre íbamos a estar ahí.

– ¿El 2007 fue uno de tus grandes años?

– Si, si, fue un año espectacular. Quedamos ahí en Zárate, ganamos el especial del CACU…Fue un año muy bueno. Y después me fui al Chaco, a Regional de Resistencia. Jugué el provincial que lo gané, fui al argentino en Monte Caseros y lo gané, salí bicampeón individual. Y eso es muy importante para un jugador…

“El individual era el título que me faltaba, y al año siguiente lo volví a ganar”. Alberto Oscar Silva, Beto para el mundo bochófilo. Crack total.

Fotos: Gentileza La Gaceta.