Su fama de bochador se extendía a lo largo y a lo ancho del país. Allí, en lo que campitos, en las canchas de fútbol; las destrozaba a las lisas y rayadas. Sin distancias. Le pegaba en todos los tiros. Hoy Jorge Riba tiene 62 años. Nació un 30 de enero del ’56. Su vigencia la mantiene domingo a domingo, torneo a torneo. Ahora es en la cancha, en el rectángulo de juego. Recién a los 41 pasó a jugar en forma oficial y nosotros a poder disfutar de su talento.
Y en estos apenas veintipico años en el juego federado, sumó una presencia con la celeste y blanca. Fue en los Juegos Odesur 2006, en Vélez, en piso sintético; ese que no es del agrado total del protagonista de la nota. Es que como todo bochador nacido y criado en la tierra, le tira más esa superficie.
En aquella ocasión compitió, además de hacerlo en equipo, en el Tiro de Precisión. Tenía 50 años cuando debutó.
La crónica MundoBochas.
Así reflejamos en texto e imágenes, la actuación de Jorge en dicha competencia.
Dos postales de Jorge Riva, el representante argentino. Comenzó bien la serie y luego fue decayendo. No pudo entrar en la final, donde se hubiera asegurado una medalla. Un gran bochador que no tuvo una buena mañana.
Apostillas.
En aquella ocasión, también escribimos mal su apellido. Pusimos Riva en lugar de Riba. El texto se copió y pegó, pero decidí no cambiarlo; para mostrar que aquello que hoy cuestionamos, también lo padecimos nosotros. Jorge, es Riba….
Hoy, en su casa, dos diplomas reflejan aquella actuación. Uno por el primer puesto en tercetos. Otro por el cuarto en el tiro de precisión.