Café por medio.

Me atrapó la idea de ir al templo donde se juntan los muchachos de “Dialoguitos en el bar”. Tenía in mente pensar en voz alta, porque eso es lo que uno hace en el café, en la charla con amigos, en el diálogo que se da en la baranda, donde parafraseando al Pato Visani de Cerri, somos todos “sabios de la baranda”. Y el tema que me desvela, desde hace un tiempo, más que nada cuando veo fotos de antaño es por qué no va la gente a la cancha. Pueden jugar las “máquinas” – como los llama la tribuna cibernética que son las redes sociales – y no ves más de 40, 50, 80 personas en el mejor de los casos. Invité – y pagué el feca – al bahiense Fabián Delgado, árbitro internacional y corrector oficial de MundoBochas, esos tipos puntillosos de la gramática y la ortografía por no decir hincha guindas…Y el otro al que le tire la invitación y aceptó el convite fue el rafaelino Oscar Camusso, pluma talentosa que hemos descubierto un tiempo atrás.

Delgado: Me ha metido en un brete Paulon… interesante la pregunta que me hizo y adelantó vía WhatsApp. Veremos si puedo contribuir a la confusión general…

Paulón: Es un tema que a mí me llama la atención desde hace un tiempo. El otro día encontré un mail que me había mandado un conocido haciendo críticas a la forma de disputa de torneos, argentinos e interclubes, donde hacía referencia a que como está planteado actualmente no era atrapante para nadie. Pero no quiero que vaya por acá la charla.

Camusso: Aclaro que la mía es una visión parcial, relacionada a mi zona de influencia simplemente por analogía, ya que no concurro a observar torneos – salvo un par de excepciones- desde el año ‘90, ni tampoco algún encuentro especial en canchas de la ciudad o región. Entiendo que la falta de asistencia de público a competencias bochofilas responde no solo a una situación en particular, sino a la suma de diferentes factores, hechos y circunstancias.

Delgado: En mi opinión, y viendo lo que ocurre en la Blanca Bahía, el tema que proponés Daniel pasa por varios puntos.

Camusso: Hay que tener en cuenta que esta zona, y especialmente Rafaela – al menos eso creo – están jugando en la actualidad bajo reglamento de las dos Confederaciones, un despropósito.

Delgado: No me cabe duda que hay un componente sociológico. Hoy día, ya los clubes no son lo de antes. La familia tiene más horas de trabajo diario, y cuando llegan a la casa, ni miras de ir al club, como en los ’70. También está el tema de que los chicos hoy abusan de la tele, del celular, de la compu, y podemos seguir un rato largo con los componentes sociológicos del tema.

Camusso: La forma de vida – en general – era más apacible y calma. Ejemplo: no se trabajaba los domingos los que daba lugar a gente ociosa mirando encuentros, lo que ahora dificulta, aunque pareciera estar cambiando esto sobre trabajos dominicales. Otro tema es el costo de traslado: eran muchos menores a los actuales. Ejemplo – lo saco por deducción – quizás mucha gente de Rafaela, hubiese querido ir a Ceres cuando se hizo el superespecial de junio pero los costos son significativos y onerosos, lo que antes era accesible. Sobre esto vos habías escrito algo Daniel y que comparto plenamente sobre Mariano de Mendoza. Fijate vos lo enunciado por el amigo Santellán, que indica que se fueron muchos, sin ser del club de los protagonistas,  a Santa Fé, distante 110 kilómetros de Rafaela a ver las finales del Bochín de Oro, cosas muy común en esa época.

También está el cambio y la diversificación de canchas, la modificación de tamaño de bochas y cambio de reglamentos y otros – que se fueron actualizando – a la gente mayor de 30 o más años (a partir de los 90) – asiduos concurrentes – se resiste a esos cambios en un alto porcentaje y eso lo ha alejado de asistencia a canchas.

Además está el famoso “Deje de ir a la cancha porque no hay más nada…! No se ven más las chantas y esos bochadores que no erraban…ahora erran 4 o 5 por partido…antes ni en todo el campeonato que eran de 8 encuentros para ser campeón… el arrime en las canchas de arcilla…eso era jugar a las bochas…” es bastante común escuchar en la gente mayor y es la que más concurre a los encuentros.

Sobre estos dos conceptos sabes mi criterio al respecto Daniel, ya lo hemos charlado: hay que aggiornarse a los cambios, pero también entiendo la visión y espíritu en que se encuentra el adulto de resignarse lo que en su juventud o adultez consentía a rajatabla.

Paulon: Agarrá el bochín Fabián mirá que Oscar no te lo deja tocar eh…

Delgado: (sonríe y retoma desde otro ángulo) Otro tema importante es la falta de dirigentes. Cada vez hay menos dirigentes, como los que hemos conocido, y eso lleva a que los clubes tengan menos gente que colabore y menos gente que vaya a las canchas. Y eso se vive a nivel club, y de allí a nivel asociación, y de allí a nivel federación. Y cuando tenés dirigentes que se mueven y tratan de tirar el carro para adelante, generalmente les ponen palos en la rueda. Un círculo vicioso…

Camusso: ·Hay dirigentes activos, creo que en muchas asociaciones son de primer nivel, pero seguramente en una gran mayoría tienen escasa preocupación, o quizás las dificultades cotidianas de afrontar sus preocupaciones laborales o de vida y menguan al servicio dirigencial totalmente amateur, lo que disminuye la búsqueda de motivos y atracciones para captar nuevos espectadores. Y también incide el vertiginoso y brusco cambio de forma de vida, de preocupaciones constantes, cambios sistemáticos y acelerados que han cambiado hasta la idiosincrasia personal o pueblerina.

Delgado: Un tema no menor, en esta época de vivir aceleradamente, sigue siendo la duración de los partidos. He debatido muchas veces con los dirigentes de la C.A.B., y les he dicho que tenemos que ir a partidos con tiempo limitado. No puede ser que no sepamos cuánto va a durar un partido. Comprendo lo de la emoción, de venir de atrás y ganar el partido, etc, etc, pero no es lo que necesitamos hoy. Obvio que ello implica que todos los partidos tendrían que tener jueces, algo que ocurre solamente en las
finales de los torneos locales y en provinciales, argentinos. Y permitiría vender el producto a la teve. Resumiendo: el voley cambió por efecto de la teve; el tenis va hacia ello… ¿Por qué nosotros no? Una
modificación importante y que haría disminuir la duración, sería que los jugadores estuvieran en la cabecera, como se juega a nivel internacional. La mentira de que no se observa el juego desde la
cabecera no se la creo a nadie, y varios jugadores de primera la esgrimen. Si una bocha está en la línea contraria de los 4 metros, ¿tenés que estar allá para saber cuánta fuerza le tenés que dar al arrime o cómo tenés que tirarle de aire? Como suelo decir: son iguales que Caruso Lombardi… ¡PSS!

Camusso y Paulon (intrigados): ¿Qué es PSS?

Delgado: Professional Smoke Sellers o vendedores de humo profesionales en criollo .

Paulon: (sonriendo) Si, eso es clave, no dan los tiempos sociales de este milenio para estar cuatro horas viendo un partido o jugando un partido de bochas. Además, a veces te cuentan que terminó 15-14 y vos te imaginas un partidazo. Y fue un bodrio eterno…¿Cómo era en tu época Oscar?

Camusso: En esto debo ser franco en la década del 60, en mis inicios pero por sobre todas las cosas la del ‘70 y ‘80, en esta zona que es otra confederación, era masiva la asistencia y extremadamente apasionada la concurrencia. En las finales sobre todo, imposible conseguir un recóndito lugar. Y los motivos principales y sin temor a equivocarme eran que era muy competitiva, todos los clubes de las diferentes asociaciones tenían un equipo – al menos – de nivel superlativo, mucho interés por tercetos ya que el calendario anual era mayoría. Y también el tema “apuestas” -para buscarle un significado diplomático-; hacían su “recorrido” de boca en boca, y atraía de forma preponderante – más aún que el futbol de liga – lo que llevaba a la asistencia desde horas tempranas, más aun cuando se enfrentaban equipos numero uno.

Paulon: El otro día hablaba del tema con el Jorge Abratte de Morteros. Me decía que charlando en su zona argumentan la falta de gente en que la saturación de torneos de baja calidad y la plata, que según ellos pudrió todo, son las causas. Y el Jorge siempre critica el hecho de que no se jueguen las finales.

Camusso: (interrumpe) Es algo muy significativo y que no entiendo lo de la C.A.B. con sede en Buenos Aires, el permitir la división de los premios o sorteo del ganador de encuentros finales. En esta zona y por lo menos en los periodos ‘60, ‘70,’80 y creo ‘90, solamente se podía, y no siempre, si eran del mismo club. Esto es una atracción especial, me parece, sin discusión. LAS FINALES DEBEN JUGARSE SIN EXCEPCION, es lo que ATRAE EL PUBLICO.

Paulon: Gente, les agradezco ayudarme a pensar en voz alta. No me dejaron meter bocadillo casi… No pude ni discutir porque con matices personales, coincido con la centralidad de la idea. Me encantó que agarren el bochin y ni me lo dejaran tocar. Gracias por este momento y ni amaguen con sacar un peso para el café, invito yo. La próxima les toca a ustedes.

Los amigos se despidieron, al pasar Delgado me dijo: “Obvio que da para una charla más profunda, vermouth por medio para mí, Cinzano con Fernet Branca porque no existe otro ferné”. Y ahí también estuvimos de acuerdo. Como en la propagando de Branca, estamos todos de acuerdo…