Provincia se ha renovado. Sopla una bocanada de aire nuevo que es la que marca, tradicionalmente, el final de una gestión y el comienzo de otra. Y en esa mirada actual, se está buscando potenciar las divisiones formativas, tratando de promocionar la actividad en toda la geografía bonaerense. Es una labor ardua, pero volviendo al ejemplo dado hace unas semanas atrás, se actúa muchas veces con efecto dominó. Empieza alguien, otro da otro paso. Y así las fichas no se detienen. Es sabido, nobleza obliga, que ya hay escuelas y sectores que están trabajando con los chicos. A eso, ahora se suma el empuje oficial de la gestión Gianolli y compañía.
Es por eso que lanzaron la campaña «Arrimemos al chico», buscando regionalizar los encuentros, tal como lo han pensado los consejeros de la nueva comisión; abriendo las puertas a lo que vendrá.
El backstage.
Nos gusta, cuando las conocemos, contar la parte de la cocina de las ideas. Buenos Aires sabe que debe renovarse y apostar al futuro. De eso, están todos de acuerdo. Cuando se pensó en la promoción, Raúl Cuello, sampedrino a cargo de la Prensa, se sorprendió con una publicación en Facebook. Allí, el sunchalense Emiliano Fritzler contaba y mostraba que había jugado un torneo con su hijo Ian de sólo 5 años. Lo contactaron, le preguntaron si podían utilizar la foto y gustosamente aceptó. Y luego, buscaron un slogan, algo que defina esta campaña. Y allí empezó a agitar neuronas el nicoleño Eduardo Lasalle. Pensó varias frases y quedó esta, que grafica literalmente la idea: «Arrimemos al chico».
Chapeau!