Se relame la gente. Explota en aplausos, charla con el de al lado como lo hago yo con Carlos Pisani de Sacanta en un momento y con los Carrasco, mate de por medio, en otro. El juego llena la vista, el público se deleita y sabe que estos partidos, el de Pretto-Bardelli y el de Antivero-Rivero están acorde con la tradición.
6-3 Luciano y 5-1 Ismael en la cancha de al lado, en los primeros parciales, en el amanecer de las semifinales. Miramos los tanteadores electrónicos nuevamente y es 7-5 Bardelli y 6-4 Antivero. Pasa adelante Pretto 9-8 en la cancha 2, están igualados en 7 en la 1. Todo apunta a que serán cerrados los dos finales, de esos del que se equivoca pierde.
11-10 Bardelli tomando una vez más la delantera y es 10-8 para el Zárate. La gente desborda, intenta anticiparse con el pronóstico, pero es difícil predecir lo que vendrá. 14-11 Pretto y queda match point. 13-11 Antivero y también cerca de ganar. Marca dos Luciano y llegamos a la última mano. Ahí, tal como lo contamos, lo cerró el de Sacanta y sacó el boleto para la final. Ismael también se perfilaba para ganarlo, pero le sacó el chico en la cinta Rivero y le puso puntos suspensivos al final. Ganó 15-13 quien luego sería campeón.
Ahora, ya más pensativos, jugamos a ser profes. Le ponemos un 9 al partido entre Luciano y Nicolás y un 8.50 al de Ismael y David. Ambos aprobaron con creces, ambos lograron poner en un marco estos partidos que precedieron a la final de la trigésimonovena del Armando Ferrari. Los cuatro estuvieron a tono con la historia.