Zona difícil, al igual que todas, la que le tocó a Vitozzi. En Pellegrini con Montemerlo, Allende y Chuda. Debut con el Guille de Jovita, el bochófilo que representa a Social y Deportivo Sinsacate en el primer partido entre ambos. 12-6 para el cordobés y a remarla entre los perdedores. Primero Allende y luego Chuda. Estuvo contra las cuerdas en ambos partidos pero salió airoso, como un presagio de lo que iba a venir.
Sortearon entre los cinco segundos y quedó rey, ya estaba en cuartos. A lucharla en cuartos contra Raúl Basualdo en Pineral, ni más ni menos. 8 a 3 acertando más que el número uno y pierde el chico dos veces. Juega Raúl y le cambia el lado, lo saca del terreno donde venía marcando y empieza la levantada del de Independiente de Campana para ponerse iguales en 8.
Mano clave, de inflexión. Y respondió a la altura el de Barrio Hospital. Acertó en el palo quedando en zona de juego y con cuatro puntos se puso 12-8. De ahí en más dominó el cotejo, acertó un par de bochas decisivas como una que le calzó en el libre de arrime cuando Basualdo podía volver a marcar y cerró el juego. “Creo que fue la primera vez que le gané a Raúl” sintetizando el historial entre ambos.
En semifinales fue con Nico Pretto. La clave iba a ser el arrime porque de aire ambos le pegan. Y ahí en el primer tramo estiró ventajas Daniel. Se fue 9-2. El de Sacanta logró torcer el camino victorioso y empezó a poner en dudas el acceso a la final de Vitozzi. No pudo con una chanta cuatro cuando había pegado las tres anteriores y ahí lo cerró el bahiense.
Con Montemerlo en la final fue parecido al juego con Pretto. Primer pasaje favorable a él para sacar diferencias, luego remontada del rival y cierre del juego.
Llegó la emoción, el abrazo interminable con sus compañeros de Barrio Hospital, su padre Hugo y Diego López; y también con la gente del club que desandó el camino para ver a la joya bahiense.
