Por Ariel Peloni (Argentina Deportiva AM 750)
¿Cómo explicar que en una ciudad con poco más de veinte mil habitantes existan cinco estadios de Bochas? ¿Cómo se entiende que un viernes por la mañana las canchas estén colmadas? La pasión es un sentimiento y los sentimientos son inexplicables.
Ceres respira bochas, está en la sangre desde el nacimiento. Desde este punto en el noroeste de la provincia de Santa Fe han salido grandes jugadores del deporte blanco. Todos pueden ser técnicos, la mayoría conoce a la perfección los pasos de quienes los representan en el Campeonato Argentino Masculino que aquí se juega, pero también tienen los detalles de los representantes de los otros 13 equipos que luchan por el título.
La ciudad tiene su programa de radio dedicado a las bochas. Presencia Bochófila cumplió 22 años ininterrumpidos al aire y se transmite de lunes a viernes. En esta ciudad, todos tienen cosas para decir sobre este deporte. En Ceres nació Daniel Paulón, responsable de la página Mundo Bochas, que es, sin duda, la persona más informada en el tema. Hay dos diarios y ninguno podría omitir informaciones para los bochófilos.
Y lejos de lo que uno pueda suponer, todo es cordialidad y respeto, no existen rivalidades extremas ni odios entre los cinco clubes. Roque Trionfetti es el técnico de la Asociación Noroeste Santafesino de Bochas y es una palabra autorizada para hablar de esta pasión ceresina. “Todos trabajamos para recuperar a las canchas. Los de Atlético ayudaron a los de Tropezón y cuando terminaron, los de Tropezón fueron a colaborar en las obras en Atlético, así pasa en todos los clubes”. No es una frase hecha. Las canchas son ejemplares, dan ganas de meterse y tirar al lado de los grandes campeones. Y ver el estadio del Club Atlético Ceres Unión sirve para mostrar que juntos se pueden hacer grandes cosas, pero de verdad. Un amigo de Buenos Aires me envió un mensaje de texto cuando vio una foto que compartí en Facebook: “¿Ese estadio existe de verdad? No lo puedo creer”, escribió. Es difícil de entender. Sabemos, hay cosas inexplicables.